Es la proteína más abundante de nuestro cuerpo y uno de los principales componentes de articulaciones, huesos, músculos, encías, dientes y piel, además de otras estructuras y tejidos orgánicos.
Se encuentra únicamente en los tejidos humanos y animales, a los que aporta cohesión, resistencia y flexibilidad. Los vegetales, tanto si son plantas como algas, no lo contienen.
El Colágeno asimilable o hidrolizado
Es un ingrediente alimenticio soluble, que se elabora a partir de la fragmentación de la molécula de colágeno nativo (el que se encuentra en los tejidos animales), mediante una predigestión o hidrólisis. De esta forma, nuestro cuerpo ya lo puede absorber con mayor facilidad . Se elabora a partir de materias primas ricas en esta proteína: pieles, huesos, articulaciones, escamas o espinas.
Es importante saber que…
¿En qué alimentos está presente el colágeno asimilable? Lo podemos encontrar en caldos naturales de carne o pescado, callos, manitas de cerdo, etc. (con una gran proporción de huesos, espinas o piel) y en la gelatina culinaria. Sin embargo, estos alimentos además de requerir largos tiempos de preparación, suelen ir acompañados de un alto contenido en grasa o azúcares, por lo que no son habituales en nuestra alimentación diaria.
El colágeno hidrolizado es un nutriente proteico muy soluble y asimilable, y la forma más adecuada de incorporar esta proteína a nuestra dieta.
Tomando diariamente 10 gramos de proteína de colágeno hidrolizada contribuimos a conservar la masa muscular y al mantenimiento de los huesos en condiciones normales. Esta actividad es muy importante en aquellas situaciones en las que los tejidos orgánicos están más desgastados o afectados, bien sea por el paso de los años, sobreuso (como el ocasionado por el deporte o el ejercicio físico), intervenciones quirúrgicas, etc.
Incorporar vitamina C a la proteína de colágeno hidrolizada potencia sus propiedades, dada la capacidad de esta vitamina de contribuir a la formación natural de colágeno.
La función de un producto o complemento alimenticio que contenga proteína de colágeno no depende de la especie ni del tejido animal de origen de este colágeno, sino del porcentaje que contenga de esta proteína, así como de su grado de hidrólisis o asimilación.
El “colágeno vegetal” no existe. Las plantas no lo tienen ni lo requieren, puesto que no se desplazan. La molécula que provoca rigidez a las plantas es la celulosa pero, a diferencia del colágeno, es un carbohidrato y no una proteína.
El “colágeno marino” no procede de algas sino de espinas de pescado, escamas y pieles de pescado.